Una camioneta sin asientos, abandonada en medio del altiplano, fue el punto de partida. Lo que parecía un simple vehículo robado se transformó, en cuestión de horas, en la incautación de droga más importante del mes en la frontera norte. Casi media tonelada de marihuana creepy, 500 municiones calibre 5.56 y una lección involuntaria para el crimen organizado: la ruta del desierto no siempre está libre.
Cuando las huellas hablan
Fue en Tocorpuri, a más de 4.400 metros de altura, donde funcionarios de Carabineros —tras detectar huellas sospechosas— dieron con el vehículo abandonado. Lo que vino después fue casi detectivesco: una patrulla, un rastro, y el hallazgo de 16 sacos de droga escondidos estratégicamente, como si el desierto fuera un clóset confiable. “Este operativo permitió sacar de circulación aproximadamente 500 mil dosis de droga y armamento que podrían haber terminado en manos criminales”, señaló el General Cristian Montre Bianchi , Jefe de la Zona de Carabineros de Antofagasta.
Narco mal estacionado: vehículo con encargo por robo en La Florida
La camioneta, según información oficial, tenía encargo por robo desde febrero en la comuna de La Florida , en Santiago. Lo que hace suponer que la logística narco incluye GPS, pero no un buen mapa del altiplano ni conocimiento de la geografía policial local.
Desde el Ministerio Público, el Fiscal Regional de Antofagasta, Juan Castro Bekios , encendió las alertas por el hallazgo de las municiones, asegurando que, «nos preocupa la presencia de armamento de guerra. Este tipo de incautaciones refleja una realidad cada vez más compleja, con organizaciones criminales que han elevado su poder de fuego y capacidad logística», advirtió.
Más de mil millones de pesos fuera del negocio
Según cálculos del OS7 de Carabineros, el valor de la droga incautada supera los mil millones de pesos . Medio millón de dosis menos en las calles y una camioneta que, paradójicamente, fue más útil para la policía que para quienes la robaron.
El operativo en Tocorpuri refuerza lo que diversas autoridades han venido señalando: el crimen organizado está presente en la macrozona norte, pero también lo está el trabajo policial e investigativo. Y aunque el desierto es amplio y aparentemente vacío, no siempre está deshabitado… ni libre de justicia.