Profesionales de la universidad SEK realizaron un estudio, durante 18 meses, que
contempló un trabajo territorial por las comunas de la región, con la finalidad de orientar
la actuación del Gobierno Regional en materia de seguridad ciudadana, definiendo
acciones a corto, mediano y largo plazo.
Con los insumos obtenidos su busca generar estrategias innovadoras que permitan
estructurar lo que será la futura Estrategia Regional de Seguridad, cuyo propósito es
reducir la cantidad de delitos cometidos y de los niveles de temor, así como, fomentar e
incorporar en su diseño y ejecución de metodologías transformadoras como la
participación comunitaria, los mapas dinámicos participativos, tecnologías, redes de Inter
operatividad y accesibilidad, diseños espaciales, por mencionar algunos.
Al respecto, el gobernador regional, Ricardo Díaz, indicó que se requiere un “Estado
organizado”. “Todos tenemos conciencia sobre la crisis de seguridad que tenemos y
muchas veces nosotros hablamos del crimen organizado pero lo que falta es un estado
organizado, una región organizada que le haga frente a todos los problemas de seguridad
que tenemos, y lo interesante de este estudio que hizo la universidad SEK es que a partir
de la vinculación con todas las comunas y con todos los vecinos de la región ha levantado
información pertinente, relevante que nos permite efectivamente organizarnos y aplicar
una estrategia de trabajo conjunto en donde podamos generar ciudades más seguras”.
En esa línea, el jefe regional agregó que “lo que tenemos que hacer ahora a partir de estos
hallazgos es generar una gran discusión regional respecto de qué medidas podemos tomar
para ir logrando esa región segura que todos anhelamos. Todos queremos volver a la
región que teníamos, pero eso lo vamos hacer de la mano de la convivencia, lo contrario
de la inseguridad es la convivencia, que nos pongamos de acuerdo, que nos conozcamos
mejor y que podamos tomar decisiones que hagan ciudades más seguras y por lo menos
eso vamos a trabajar desde el gobierno regional”, enfatizó Díaz.
Estudio
La profesional, Romina Pizzoleo, coordinadora del proyecto indicó que el trabajo con las
comunidades arrojó variadas inquietudes explicando que “la sensación de inseguridad
está muy instalada, por lo mismo, hemos generados diversas etapas de intervención con
la comunidad tanto en una fase diagnóstica, luego entregando lo que nosotros
levantamos a través de una etapa propositiva donde el sentir es claro, se necesita
intervención rápida. Como universidad creemos que la estrategia, que es el producto final
del proyecto sí puede ayudar a calmar esa sensación de inseguridad con los diferentes
factores, focos y ejes que vienen implementados en ella”.
En ese sentido, Pizzoleo añadió que “dentro de las principales necesidades se encontró,
lamentablemente, la erradicación de los campamentos ya que estos generan una sensación
de inseguridad, las y los vecinos están bastante cansados. Tal es el caso del macro
campamento de Mejillones donde además de la inseguridad se produce un choque
cultural importante, la población migrante no deja de ser un factor dentro de las diversas
sensaciones de inseguridad, las incivilidades, por ahí van las primeras necesidades
urgentes por parte de la comunidad.”
Por último, la abogada concluyó señalando que “esta investigación también se enfocó en
infraestructura de la ciudad, existe una necesidad de iluminar a las diversas comunas de la
región aun entendiendo que hay límites por ser una zona astronómica, sin embargo, la
oscuridad llama a la inseguridad y uno de los puntos transversal en la región es el tema del
luminario público”, aseguró.